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sábado, 17 de noviembre de 2012

IMPUTEMOS POR PREVARICACIÓN A LOS RESPONSABLES POLÍTICOS Y POLICIALES QUE OFRECEN IMPUNIDAD A LA BRUTALIDAD POLICIAL VIOLANDO LAS LEYES

Como podemos ver cada día, la brutalidad policial se ha disparado en España en una espiral que combina apaleamientos de los policías a pie de calle y encubrimiento de sus jefes. En todas las cargas sufridas durante los últimos meses se da un denominador común: ninguno de los agentes participantes lleva su número de placa, lo cual le permite hacer lo que quiera sin miedo a ser identificado.  
 Esta práctica, como es obvio, no responde a la voluntad de unos cuantos agentes indisciplinados, sino que proviene de una directriz, una orden dada desde lo más alto de la cúpula policial, que se ejecuta sistemáticamente en nuestras ciudades. Las intenciones que mueven a esos mandos son evidentemente espurias: crear un manto de protección para que quienes practican el terror bajo sus órdenes no sufran la menor consecuencia personal. Pero, aparte de vergonzosas, dichas intenciones implican una violación radical de la ley.
Dispone el Artículo 18 Real Decreto 1484/1987, de 4 de diciembre, sobre normas generales  relativas a escalas, categorías, personal facultativo y técnico,  uniformes, distintivos y armamento del Cuerpo Nacional de Policía:

Todos los uniformes llevarán obligatoriamente la placa-emblema del  Cuerpo, con indicación del número de identificación personal, en el  pecho, por encima del bolsillo superior derecho de la prenda de  uniformidad

Y el artículo 19.2 de la misma norma dice:

 El personal que vista uniforme reglamentario llevará el carné  profesional, y en el uniforme, la placa-emblema con el número  identificativo personal, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 18.  
 Así, no hay lugar a dudas de que la ley ordena clara y nítidamente que todo agente de policía lleve visible su número de placa. Cualquier persona, haya estudiado Derecho o no. entiende el contenido de esta orden. Por eso, los mandos políticos y policiales que ordenan estas prácticas, no pueden escudarse en la ignorancia del Derecho, primero porque tienen formación jurídica y, en segundo lugar, porque las obligaciones que la ley impone son evidentes para cualquiera.
Pues bien, el Artículo Artículo 404 del Código Penal castiga la prevaricación diciendo que: 
A la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo se le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años.

Así, aquella autoridad policial o política que, para favorecer la impunidad de sus subordinados y la estrategia de terror contra los ciudadanos críticos que promueve, ordene a los agentes de policía realizar sus funciones sin el número de placa visible, a sabiendas de que la ley lo prohíbe, estará cometiendo un delito de prevaricación, delito del que también es otro poderoso indicio el hecho de que ningún agente acepta dar su número de placa cuando se le pide, cumpliendo evidentemente órdenes de sus jefes.

¿Y si presentásemos querellas por prevaricación contra los jefes de policía y delegados del gobierno de todas las comunidades autónomas donde han sucedido estas salvajadas impunes, precisamente porque los agentes iban sin número de placa? ¿Y si extendiésemos esta querella al Ministro del Interior como máximo responsable de estas directrices ilegales? Si los querellantes fuesen ciudadanos apaleados en las manifestaciones, se librarían de pagar fianza por la interposición de la querella, pues al ser perjudicados directos de la ilegalidad (no pudieron identificar a sus agresores debido a que no lo llevaban) la ley les exime de este pago.

Invitamos a los diferentes colectivos de las distintas ciudades a pensar sobre esta acción y proponemos una acción coordinada de presentación de querellas. ¡Esperamos vuestras respuestas!

Acudiendo a los tribunales podemos acabar con su impunidad. ¡Pasemos a la acción!
*Fotografías de Carlos Trenor.

La demanda de los estudiantes de la UMU a la CARM por la deuda millonaria acumulada.

La demanda de estudiantes de la UMU a la CARM. Una diligencia reclama el expediente administrativo a la Consejería: conoceremos a cuánto asciende la deuda y sabremos si nos la admiten a trámite, esto es, si, según el TSJ, estamos legitimados para demandar. En caso contrario recurriremos.
 
Un grupo de estudiantes de la UMU demandó en julio a la Consejería de universidades para reclamarle la deuda de más de 65 millones (según las fuentes puede llegar hasta 80) que tiene con nuestra universidad. El procedimiento se ha demorado porque la sección segunda de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJ consideró, meses después de que se le remitiera la demanda, que no era competente para conocerla según las normas internas de reparto, y la remitió a la sección primera, que finalmente se ha declarado competente.

Pese a todas estas demoras, el 15 de noviembre recibimos una diligencia de la Sala donde se reclama el expediente administrativo a la Consejería. En ese expediente deben estar todos los convenios y otras normas jurídicas que dan derecho a la UMU a reclamar lo adeudado. Gracias a este expediente, y si la Consejería no oculta ningún documento, podremos conocer a cuánto asciende realmente la deuda, siendo muy triste que hayamos tenido que esperar a este momento para ello, pues llevamos meses pidiendo al rectorado la documentación que referimos, y siempre se ha negado a proporcionárnosla, encubriendo al Gobierno que está asfixiando a la universidad con sus incumplimientos

La obtención del expediente es un primer paso, pero todavía nos quedan muchos, pues la Sala debe pronunciarse sobre nuestra legitimación para reclamar judicialmente la deuda antes de admitir la demanda. Por nuestra parte, estamos convencidos de la citada legitimación, pues somos estudiantes que, habiendo pagado una matrícula, sufren en sus carnes el deterioro de los servicios universitarios, un deterioro que es consecuencia directa del impago de la deuda. Por ello, reclamamos al Tribunal Superior de Justicia que actúe conforme a Derecho y, cumpliendo escrupulosamente nuestro ordenamiento y la inequívoca jurisprudencia del Tribunal Constitucional (que ya se ha pronunciado sobre casos muy similares) nos permita pedir y obtener Justicia en relación con una institución como la universitaria que es vital para el futuro de los murcianos.
 
 

domingo, 11 de noviembre de 2012

ATRAPA en el Registro Municipal de Entidades Ciudadanas

Por fin nos ha llegado la notificación que nos confirma y certifica que ATRAPA ha sido inscrita como Asociación en el Registro Municipal de Entidades Ciudadanas definitivamente y desde el 9 de Octubre.

¡Seguimos avanzando en nuestra labor contra la corrupción y por la transparencia administrativa!

http://es.scribd.com/doc/112874411/atraparegistro

ATRAPA RECURRE EL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA DE CARTAGENA

Desde nuestro nacimiento como asociación, nos han llegado numerosas denuncias que a día de hoy seguimos investigando. Algunas han dado lugar a descubrimientos importantes que llevaremos a los tribunales en los próximos meses, pero de momento nos estrenamos en la andadura judicial con un caso que puede llegar muy lejos: la impugnación del Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento de Cartagena. A raiz de diversas denuncias de vecinos de la ciudad sobre recalificaciones y otras cosas raras, nos hemos decidido a llevarlo al Tribunal Superior de Justicia. El recurso ya está puesto y esperamos tener noticias pronto. Cualquier ayuda o información que podáis darnos para nuestro trabajo será bienvenida!

sábado, 10 de noviembre de 2012

Murcia cultural paga una deuda tras ser embargadas sus cuentas

Murcia Cultural es una empresa dependiente de la Consejería de Cultura de Murcia, dedicada a organizar los eventos más conocidos y fastuosos de dicha consejería, como el famoso SOS. También ha saltado a la fama por haber dedicado varios miles de euros a comprar centenares de libros cuyo autor era el propio consejero, Pedro Alberto Cruz, y que no se estaban vendiendo para nada en las librerías. Del mismo modo que Murcia Cultural dedica millones y millones de euros a sus "proyectos" como si la crisis no existiera, la citada empresa no es tan rápida a la hora de pagar a sus proveedores. Un pequeño empresario ha tenido que aguantar años hasta cobrar una factura de no más de 3000 euros, fruto de los trabajos que realizó para la empresa...hasta que harto, decidió llevarla a los tribunales. Tras ser condenada, Murcia Cultural ingoró la sentencia y siguió sin pagar...hasta que se embargaron sus cuentas, donde, aunque parezca increible, no tenía más de 1900 euros. También se embargaron sus derechos de cobro frente a la Consejería de Cruz, de modo que no podía manejar ni un céntimo hasta que no pagase. Y fue mano de santo. A los tres días del embargo, Murcia Cultural pagó los 3000 euros más 1100 adicionales en concepto de intereses y costas. Pedro Alberto no tiene dinero para pagar sus deudas, pero sí para comprarse sus propios libros y organizar festivales faraónicos...hasta que se le obliga a sacar el dinero de donde lo esconda y pagar lo que debe. Si el proveedor no hubiese acudido al juzgado, hoy seguiría sin ver un duro y su dinero se habría empleado en comprar unos cuantos ejemplares más del poemario del sobrino de Valcarcel.